#aquí no se tira nada,

 Ultimamente oigo mucho eso de “prefiero comer dos o tres días seguidos lo mismo; no me gusta como sabe la comida congelada. Algo de lo que discrepo doblemente; en primer lugar porque no me gusta nada comer lo mismo dos veces seguidas. Por otro lado, estoy  segura de que si a una de esas personas le diera a comer  algo que tuviera preparado en el congelador  es fácil que no notaran la diferencia.

marmitako aprovechando restos de bonito
  Otro día hablaremos de como congelar –o descongelar- para que los platos no se estropeen y estén tan buenos como recién hechos. Hoy lo que quiero dar es algunas ideas para darle otro aire a esa comida que nos ha sobrado.

   Suscribo completamente el  #aquí no se tira nada, de Su de Webos Fritos.  Hace unas  semanas, caleyando por internet me encontré con una entrevista que le hacían a Paloma Colás. Me gustó bastante –su idea del batch cooking coincide con la mía- y sobre todo me  hizo darme cuenta de que aunque haya a quienes nos resulte fácil improvisar nuevas recetas con las sobras de comida o con los ingredientes que tenemos en la despensa (a eso lo llamo “cocinar a lo que haya”) a otros no le resulta tan fácil.  

  Esa idea se me quedó grabada en la cabeza y se reafirmó cuando antes de ayer me encontré con que existen aplicaciones que te dicen que cocinar con las cosas que tienes en la nevera.

  Algunas de las recetas ya publicadas en el blog se ajustan perfectamente al criterio de “apaño” Desde el bizcocho de pomelo (se había quedado olvidado en la nevera) al arroz con verduras con toque oriental o la empanada de carne o el marmitako fusilé 


Hace tiempo publiqué una entrada dando algunas ideas para aprovechar las sobras.  Ahora os ofrezco otras propuestas que espero os puedan servir de inspiración.  

  Pongamos que hemos hecho paella o algún otro tipo de arroz y nos ha sobrado. ¿Qué tal si la aprovechamos para rellenar unos pimientos o berenjenas? ¿Y por qué no probar a hacer unos arancini “fusilé”? (son una especie de croquetas o albóndigas de arroz)

  Ya que hemos mencionado las albóndigas; este es un caso de reutilización muy sencilla puesto que pueden servirnos también para rellenar pimientos, berenjenas o calabacines. Otra opción es convertirlas en la base de una estupenda boloñesa para acompañar a unos espagueti o usarla en una lasaña.

las torrijas son la receta de aprovechamiento por excelencia
  Como a los italianos, no me gusta nada comer pasta recalentada. Cuando he hecho de más,  suelo guardarla “limpia” (solo la pasta cocida) en un tupper y con un chorrito de aceite para que no se pegue. Eso me permite reutilizarla después con otra salsa o como guarnición (como el arroz, es una buena alternativa a las patatas)

  Otra opción, sobre todo si lo que os ha sobrado pasta ya mezclada con la salsa es hacer una frittata, que  es la versión italiana de la tortilla. A los huevos batidos tenéis que añadirle nata (o yogurt –ya he comentado que desde hace un tiempo, lo utilizo como sustituto en todas las recetas que llevan nata)

 

  ¿Como reutilizar las legumbres más allá de la socorrida a la par que sabrosa crema? En el caso de los garbanzos, pueden usarse para hacer hummus o una ensalada. Hago una con queso feta, tomate, aceitunas negras y una vinagreta al curry que está muy buena.

 Con las lentejas podríamos hacer unas hamburguesas –aún no las he probado pero quiero prepararlas aprovechando unas que tengo ya cocinadas, en el congelador.

  Lo mismo sucede con la fruta. Parece que cuando está demasiado madura solo cabe tirarla o como mucho hacer mermelada; pero existen otras posibilidades. Con los plátanos muy maduros puede hacerse desde un bizcocho hasta unas galletas de avena y plátano.  Un pomelo olvidado en la nevera se convirtió en un delicioso bizcocho glaseado y un trozo de piña que llevaba un tiempo rondando por ella,   cocinado en papillote  se transformó en un exquisito postre.  

  Una opción estupenda puede ser utilizarlas en ensaladas; aquí y aquí ofrecía dos recetas . También podeís saltearla con un poco de aceite o mantequilla en la sartén, añadirle unas hierbas (menta, romero,  un toque de azucar morena si queréis ) y usarla como guarnición para un plato de carne. Un ejemplo son estas chuletas de cerdo con guarnición de pera y hierbabuena. 

 No se agotan aquí las posibilidades de convertir las sobras de ayer en el plato exquisito de mañana; simplemente espero que os sirvan de inspiración. Todo en esta vida es cuestión de práctica y si os animais a probar, cada vez os resultará más fácil ¡Ánimo!

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