Ante la pregunta de que hacer con la comida que nos sobra las respuestas más habituales serían:
A) tirarla y B) comerla al día siguiente. Tal como están las cosas, la opción A ya no es válida y la B puede ser aburrida así que¿ por que no optar por una tercera? Si echamos un vistazo al recetario tradicional veremos que está lleno de recetas de aprovechamiento-
He aquí algunas propuestas para “reconvertir” la comida que nos ha
sobrado. Empecemos por el PAN Durante muchísimos años era un alimento básico
de nuestra dieta, quizás por eso existen tantísimas recetas para aprovechar el
pan duro.
La más sencilla es hacer pan rallado. Tan solo hay que tostar el pan en el
horno (de esa forma se conservará mejor) y luego molerlo. Si cuando lo vayáis a moler añadís uno o dos
dientes de ajo y perejil, obtendréis lo que llaman “provenzal” y que sirve como
aderezo para carnes, patatas o incluso platos de pasta.
Las torrijas o los picatostes son recetas tradicionales para aprovechar el pan
duro. O, si queremos un toque más internacional, podemos preparar unas tostadas francesas.
El PESCADO FRITO cuando está recién hecho está buenísimo pero una vez
frio … ya no resulta tan apetecible. No siempre resulta fácil calcular la
cantidad exacta que se va a comer y puede suceder que nos encontremos con que
han sobrado hombrinos (bocartes), sardinas o bacaladas ..

Una forma de aprovechar el ARROZ
BLANCO que nos ha sobrado de una comida es utilizarlo como guarnición. Salteado
con pasas y piñones será la guarnición perfecta para un plato de carne e
incluso para algún pescado como por ejemplo el bonito.
A veces, al preparar ensalada no necesitamos utilizar todas las PATATAS COCIDAS (siempre es mejor
cocerlas con piel ) Una
buena forma de aprovecharlas es, una vez peladas, partirlas en rodajas gruesas
y saltearlas en la sartén con un poco de aceite o mantequilla (al modo
francés). Luego, salpimentas un poco y les añades alguna hierba –perejil,
menta, tomillo, ….- y una estupendas patatas de guarnición con muchas menos
calorías que las fritas.
¿Habéis preparado POLLO (o pavo) al horno y os ha
sobrado? Son muchas las posibilidades que tenemos para aprovecharlo. Desde
preparar un arroz con pollo hasta
unas fajitas (una magnífica cena) o
una ensalada -podéis ponerle además algo de fruta –el mango
o la naranja o la piña van muy bien con el pollo.
¿Qué pasa con la carne que añadimos al caldo para darle substancia?
Pues sin ir más lejos, podemos preparar una empanada de carne
Estas son solo algunas formas de aprovechar la comida que nos sobra y
hacer con ella un nuevo plato, pero seguro que
se os ocurren muchas más.
Nunca se me había ocurrido lo del pan, porque a veces sobra mucho y yo siempre lo tiro.
ResponderEliminarEn mi casa, en invierno, siempre preparo para cenar un puré o una sopa hecha con el caldo que me ha sobrado del puré, para que mis hijos tomen algo de verdura y lo que sea después.
También aprovecho el arroz o la pasta sobrante para hacer ensaladas. Y a veces, con el pollo y la carne hago pimientos rellenos.
Pero con tu entrada, me has dado unas cuantas ideas más, así que gracias :)
Hola, Cova, como me presta recibir comentarios en este blog :)
ResponderEliminarUna solución si no quieres tirar tanto pan, es congelarlo. Lo de las ensaladas también lo hago yo, pero más en verano. Y lo de los pimientos rellenos es una buena idea, o también hacer canelones
Me alegro de que la entrada te haya dado ideas :D