Tenía pendientes de publicar algunas recetas veraniegas pero la llegada del otoño hace que vuelvan a apetecer platos de cuchara así que aquí va una propuesta más acorde con el tiempo que hoy tenemos en Asturias.
La idea de esta receta la saqué de El comidista, que la calificaba, si no recuerdo mal, de "pariente pobre" de las fabes con almejas. No solo es una buena alternativa a la fabada sino que también te permite salir del paso si no dispones de almejas.
Los hice a ojo (como casi siempre) pero calculad que si se trata de fabes secas, unos 300 g serán suficientes para comer 5 o 6 personas. Si son frescas, calculad entre 80/100 g por persona.
Ingredientes:
Fabes
Cebolla
Perejil
Aceite
Sal
Pimentón
Elaboración:
comenzaremos por poner las fabes a remojo la noche anterior en el caso de que sean secas; con las frescas no hace falta.
A la mañana siguiente, desechamos el agua del remojo y ponemos las fabes en una olla. Añadimos media cebolla, un diente de ajo, un chorrín de aceite y un poco de pimentón (Como si se tratara de un estofado), cubrimos con agua, salamos y ponemos a cocer.
Si las hacéis en la olla rápida serán suficientes unos 10 o 12 minutos; de forma tradicional, el tiempo variará en función de la calidad de las fabes y del tipo de fogón. Tendréis que removerlas de vez en cuando y probar -calculo que tardará unos 45 /60 minutos.
Una vez que las fabes ya estén cocidas preparamos una salsa verde. En una sartén ponemos a calentar a aceite y mientras tanto, picamos lun diente de ajo (podéis suprimirlo pero a mi me gusta añadirlo a la cebolla) y la cebolla en juliana.
Ponemos a pochar la cebolla hasta que veamos que ya está blandita (adquiere un tono transparente). Añadimos el perejil picado, un poco del agua de cocer las fabes y, si queremos que la salsa quede más gorda, tres o cuatro fabes machacadas. Salpimentamos y le damos un hervor.
Eliminamos el exceso de caldo de las fabes, también la cebolla y el ajo de la cocción. A continuación, añadimos la salsa verde y removemos para que se mezcle bien. Dejamos hervir durante cuatro o cinco minutos para que se mezclen los sabores y ya estará lista para comer.
Truco:Ya lo había comentado al hablar sobre el congelador pero una forma de poder preparar legumbres cuando nos apetezca es ponerlas a remojo y congelarlas ya remojadas. De esta forma, cuando queramos cocinarlas tan solo tenemos que sacarlas del congelador y utilizarlas directamente.
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