De
las torrijas congeladas ni hablamos; las pongo en el mismo lugar que a la tortilla de patata ídem. Lo de
aprovechar un trozo de bizcocho u otro pan dulce reseco para hacer torrijas no
me parece mal; lo de comprar un pan
especial para hacerlas me parece una tontería, la verdad . Si estoy de acuerdo en que el tipo de pan es
fundamental en el éxito de la receta pero siempre partiendo de que se trata de
una receta de aprovechamiento de PAN
Para hacerlas he tenido en cuenta estos consejos del blog Directo al paladar
Pan adecuado: con poca corteza y mucha miga pero consistente. El tipo candeal es una buena opción
Grosor de las rebanadas, al menos de unos dos centimetros
Las proporciones: por un litro de leche, seis cucharadas de azúcar.
Dejar atemperar la leche antes de verterla sobre las rebanadas de pan (si está demasiado caliente, la absorbe demasiado deprisa)
No tener prisa con el tiempo de absorción del pan. Dejarlas al menos media hora; podemos llegar incluso a la hora.
INGREDIENTES:
12 rebanadas de pan duro (del día anterior o incluso dos días antes, no más) de unos dos cm de grosor
1 l Leche entera
Corteza de limón
Canela en rama
2 Huevos
ELABORACIÓN:
Comenzamos poniendo a calentar en un cazo con capacidad suficiente, 1 litro de leche al que añadiremos seis cucharadas de azúcar, unas cortezas de limón ( o cualquier otro cítrico) quitándole la parte blanca y una rama de canela. La leche tiene que calentar pero no es necesario que hierva (mejor no despistarse).
Una vez que tenemos la leche infusionada debemos dejarla que atempere. Si la echásemos inmediatamente sobre el pan sólo conseguiríamos que la absorbiera demasiado deprisa y que se deshiciese el pan
Mientras tanto, ponemos las rebanadas en una fuente honda y lo suficientemente amplia para que no queden montadas unas sobre otros. Una vez que la leche ha enfriado lo suficiente, la echamos sobre las torrijas y las dejamos que empapen bien al menos durante media hora (yo las tuve una)
Ponemos a calentar aceite en una sartén; suelen recomendar usar aceite de girasol pero ya hace tiempo que utilizo el aceite de oliva en la repostería y no tengo ningún problema con los sabores. Batimos los huevos.
Sacamos con cuidado las torrijas de la fuente, las rebozamos en el huevo batido, las recudimos para que el huevo no"babee" y las freimos. Mejor no poner más de dos o como mucho tres, en cada tanda, y , una vez fritas por ambos lados, las ponemos sobre papel de cocina para que absorba el exceso de grasa.
Para terminar, las pasamos a otra fuente y las espolvoreamos con canela y azucar. Otra opción es hacer un almibar con zumo de naranja y dos cucharaditas de azucar, que podemos haber preparado mientras las torrijas estaban a remojo.
Ponemos el zumo de una naranja en un cazo y le añadimos dos cucharaditas de azucar, lo dejamos cocer durante unos diez minutos hasta obtener una especie de almibar. Dejamos templar y una vez que las torrijas estén fritas, las bañamos con ese almibar. Si queremos, podemos incluso rayar un poco de piel de naranja sobre ellas.
Las torrijas son un postre calórico así que si vamos a comerlas, asumámoslo y disfrutémoslas. Y ya puestos a hacerlo, os recomiendo que las acompañeís de un poco de helado. Yo les puse helado de turrón de Diego Verdú ¡Qué rico!
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