Navidad de estar en casa

   Por mucho que nos gustaría que no fuera así, esta es una  Navidad muy diferente, que viene marcada  marcada por el covid y todo lo que trae consigo. Precisamente por ello este año era más importante que nunca decorar la casa. 
  Necesitamos alegría y color  y no debemos escatimar en todo lo que nos ayude a aportarlo.  Quizás eso explique el despliegue de luces y decoración navideña no solo en ciudades y pueblos sino también en las casas (solo hay que fijarse en las ventanas de los edificios), 

  Aunque con menos ilusión que otros años y de forma un poco más escueta, de nuevo adorné la casa. Aqui va este pequeño reportaje de  mi decoración "covideña", que además me servirá a modo de archivo, 

  Empezamos por el salón, donde el grueso de la decoración la he colocado en el mueble aparador. Este año también he decorado la estantería inferior, que normalmente dejaba sin adornos.

  

  Desde hace unos años, en lugar del tradicional, pongo un arbol de navidad a base de ramas.  Junto a él, unos portavelas  hechos con copas puestas del revés 

  En cuanto al misterio,  he introducido un pequeño cambio. En lugar de  la cesta en que suelo ponerlo, he utilizado una bandeja y sustituido la paja por pan rallado. 

Aquí puede verse con más detalle la decoración de la parte inferior del aparador. Como siempre digo, unos paquetitos resultan sencillísimos de hacer y  dan muchísimo juego. 

En la mesa de comedor no puede faltar un  centro, que este año fue en dorado -el cuerpo  me pedía brillo y luces- y para el que me arreglé con cosas que tenía de otros años. Creo que ha quedado bastante bien. 

  Poco más he añadido: una corona en la vitrina, algunas velas y  paquetes en la mesa de la televisión y otro pequeño centro en la mesa auxiliar junto al sofá

 Está claro que la entrada no puede quedar sin decorar. De nuevo mantengo el esquema de años anteriores pero introduciendo pequeños cambios  para darle un nuevo aire.

 El  protagonismo se lo lleva la cómoda en la que he puesto uno de los misterios que colecciono -este año, el que compré en Sicilia-le he añadido algún detallito  para darle algo de empaque, pero nada raro: una bandeja de porespan forrada con papel de embalar,  pan rallado, verde de un ramo que había comprado, una vela...



Y al otro lado, jugando también con lo que tenía, excepto la bola dorada que junto con una vela de pilas fueron mis  únicas adquisiciones de este año, otro rinconcito en que el dorado es protagonista. 

 El otro cambio que introduje en la entrada es colocar aquí unos adornos hechos de hilo que compré en Berlín y con los que allí es típico decorar las ventanas. Como me apetecía cambiar y el espejo de la entrada es en realidad un ventana, este año decidí colocarlos en él.




 Y poco más, de nuevo un paquetito por aquí y otro 
por allá; algún portavelas hecho con frascos de cristal que tenía por casa y  por supuesto la flor de pascua además de algún otro misterio. 
  Nada  que no se pueda hacer con algo de paciencia y sin gastar demasiado dinero pero que consigue poner un poco de espíritu navideño a esta extraña y atípica Navidad.

   Nunca se había esperado con tanta ansia el final de un año; comprensible, teniendo en cuenta todo lo que se nos vino encima  pero aunque nos apetezca decir ¡Qué te den, 2020! ¿por  que no hacer una lista de las cosas buenas que  a pesar de todo nos ha traído el año?  Ya lo he hecho y me han salido unas cuantas cosas; seguro que a vosotros también

¡Muy buena entrada en el 2021, que estoy segura de que será mejor que el que dejamos atrás.!
















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