Creo que comenté que la transformación de la cómoda, tuvo un efecto arrastre y me llevó a una redecoración de toda la casa (aún tengo pendiente el salón). Hubo muebles que cambiaron de lugar; otros fueron sustituidos y alguno incluso transformó su función. ¿Un ejemplo de esto último? El tablón de corcho que ahora es un magnífico espejo
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Así era el tablero |
Mi primera intención fue llevarlos al trastero pero una vez terminado la habitación, al ver el tablero de corcho apoyado contra la pared me pareció que podría ser un espejo fabuloso.
El primer paso, por supuesto era quitar el tablero de corcho y dejar tan solo el marco. Luego, un poco de lija suave para que la pintura agarre mejor. Como había decidido que quería un espejo dorado, lo pinté con oro líquido (los botes no son baratos pero cunden muchísimo así que te compensa). Y para terminar, un poco de cera de color para envejecerlo y que no resultara tan "dorado".
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En pleno proceso de transformación |
Ahora en el lugar donde antes tenía la cómoda, he creado una zona de tocador con una mesa auxiliar que antes tenía en el salón, una maleta antigua, un maniquí de papier maché que compré en una tienda que cerraba y por supuesto mi superespejo.
Estoy encantada con el cambio porque no solo tengo un espejo de buen tamaño que me permite verme prácticamente de cuerpo entero, sino que además da muchísima luz a la habitación.
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