Hace unos días mientras el carnicero me preguntaba si el hígado que estaba comprando me lo preparaba para ponerlo encebollado, le respondí que no porque no ténia cebollas en casa. A su comentario, "Al ajillo también está muy rico" tuve que contestar con un "Pero tampoco tengo ajos"
Nada más decirlo me di cuenta del grado de abandono y desorganización en el que había cáido -de hecho, estaba haciendo una compra de última hora porque no tenía comida preparada ni demasiado tiempo para ello cuando llegara a casa.
Va siendo hora de recuperar las buenas costumbres y organizar compras, planificar menús y cocinar y congelar para no volver a verme en esa situación Y ya que vuelvo a meterme en la cocina, va siendo hora también de retomar esta otra que también tenía abandonada.
Creo que fue la emisión de la primera temporada del Ministerio del Tiempo el que me trajo a la memoria los picatostes y decidiera prepararlos para desayunar un domingo.
Los ingredientes son muy sencillos:
- Pan del día anterior
- Aceite para freir
- Azucar para espolvorear
Cuando ya haya alcanzado temperatura, freimos el pan con cuidado de que no se queme. Lo sacamos y lo ponemos sobre papel absorbente para escurrir el exceso de aceite. Finalmente s epasa al plato o la fuente, se espolvorea con azucar (yo le añadí también canela ) y a disfrutar del desayuno.
Comentarios
Publicar un comentario