Verduras rehogadas

  Esta receta es una forma estupenda de  aprovechar verduras que nos han quedado en la nevera para que no se estropeen;también es un recurso si te vas a ir de viaje. Puedes prepararlas y una vez cocinadas, congelarlas o llevárselas a alguien que les saque partido (fue lo que sucedió en este caso. 😉)
Una opción es tomarla con pasta

Las verduras que nos trajeron eran "recortes" de berenjena, calabacín, pimiento rojo y verde, al que le añadimos también cebolla. El tipo de verduras puede variar, en función de lo que tengas a mano: calabaza, puerros, tomate, espinacas o acelgas, ...

  Simplemente se trata de partirlos en trozos más bien pequeños. Una vez partidos, se pone aceite a calentar en una sartén; hay que tener cuidado para que la temperatura no sea demasiado elevada. 
  Una vez alcanzada la temperatura correcta, se echan las verduras en la sartén y se dejan que se hagan a fuego medio, revolviendo de vez en cuando. Se salpimenta y si se quiere se puede añadir alguna hierba (tomillo, orégano,... ) o incluso un poquito de pimentón de la vera o de curry.

 Las verduras así rehogadas puedes usarlas luego como relleno para una lasaña (en ese caso, suelo ligarlas con requesón batido con un poco de leche);servirlas con pasta, que fue lo que hice o , ser la base para una tortilla vegetal o un revuelto de huevos. También pueden servir de guarnición a un plato de carne o pescado.  

Una variante es esta receta de verduras al curry con cous-cous

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