Pote de berzas "desgrasado"

 En martes de carnaval es típico el pote de antroxu; por eso, me pareció buen momento para publicar mi versión desgrasada 

Como repito en muchas ocasiones aunque he salido defectuosa soy de buena raza y prueba de ello es que apenas tengo restricciones alimentarias, excepto tener cuidado con algunos alimentos  y  que el exceso de grasas o azúcar me hacen daño.  Por ese motivo había eliminado el pote de berzas de mi  dieta; sin embargo, hace poco me regalaron berzas y decidí hacer una versión “desgrasada” El resultado fue bastante exitoso.



 Ingredientes:

Fabes frescas (en mi caso congeladas) 

Berza

Patata (1 mediana/persona)

agua

Aceite

Ajos

Pimentón

Punta de jamón (también puede ser un hueso o una rodaja gruesa)

 

Elaboración:

 Vaya por delante que las dos veces que lo he preparado lo he hecho “a ojo”   y no controlé los tiempos de cocción. Aún así, pienso que  llevará unas dos horas , sin contar con el tiempo de reposo.

Pongo las fabes frescas en la olla directamente –no espero a que se descongelen- Añado el jamón y el agua hasta que las cubra Tienen que cocer despacio por lo que es mejor poner un fuego lento o medio. Un consejo general para la cocción de legumbres es no removerlas con una cuchara;  mejor  mover la olla de vez en cuando, con movimientos suaves 

   Mientras tanto se pica la berza y se bacocha.  –consiste en darle un primer hervor que permite quitarle el “verdor” o exceso de clorofila y hará que luego no sepa tan fuerte. Este paso puede hacerse previamente. Cuando    me regalan berza (no suelo comprarla) suelo hacer ya este paso previo de lavarla, picarla y darle ese primer hervor o bacochado y después la congelo

  A mitad de la cocción de las fabes, que dependerá tanto de la calidad de las mismas (las frescas cuecen antes) como de vuestra cocina, añado la berza y dejo que siga cociendo todo junto, continuando con el fuego lento-medio.

   Ya casi al final añado las patatas,  ya peladas, y las parto “escachándolas” –En lugar de partirlas en cuadrados o trozos homogéneos, vas rompiéndolas con el cuchillo. Así se consigue que suelten el almidón (suelo usar esta forma de trocear las patatas siempre que las cocino con verduras o guisadas).

   Cuando el pote ya está (vuelvo a decir que lo he preparado a ojo pero que calculo que en olla tradicional se tarde más o menos dos horas en tenerlo listo)  se hace el refrito.

  Se  pone aceite en una sartén y mientras calienta, se van pelando los ajos y partiendo en láminas.   Una vez que haya alcanzado la temperatura - hay que tener cuidado de que no caliente demasiado - se incorporan los ajos. Cuando estén dorados, se retira la sartén del fuego antes de añadir el pimentón (en caso contrario, podría quemar. Se vierte el refrito sobre el pote, se mezcla y se deja reposar.

  Ya sé que no es lo mismo que un pote tradicional con todo su compango pero no está mal y permite a quienes  tenemos que evitar las comidas con mucha grasa, disfrutar del pote de berzas 

 Nota:  Tanto el pote de berzas como la fabada suelen estar más ricos  al día siguiente de haberlos cocinado.

TRUCO: Como la patata congela bastante mal, un truco que se me ha ocurrido y pondré en práctica la próxima vez es el siguiente.  Antes de añadir la patata retirar la mitad de la berza y las fabes (y el jamón, si se quiere) para congelar. De esta forma, la próxima vez, lo que tenemos que hacer es retomar el guiso en el momento de añadir la patata. Si no sois muy quisquillosos podéis congelarlo con la patata ya cocida; sigue estando rico. 

 

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