Ensalada de fréjoles (judías verdes)



Cuando nos toca trabajar en verano y por ende comer en la oficina, una de las mejores opciones es recurrir a las ensaladas. Son platos frescos (con el calor se agradece), completos y versátiles puesto que admiten prácticamente todo tipo de ingredientes. En este caso improvisé una ensalada de fréjoles (es así como llamamos a las judías verdes en Asturias) con lo que tenía en la nevera

Ingredientes: 

Fréjoles (judías verdes)

 Huevos (calcular uno por persona si va a ser plato único. En caso contrario, calcular uno por cada dos o tres personas) 

Tomates cherri 

Espárragos 

Mostaza 

Aceite 

Sal y pimienta

Realización: 

  Si utilizas Fréjoles (judías verdes) frescos debes comenzar por quitarles los hilos -pàra ello utilizo un pelador-y las puntas y luego trocearlos. ( Además, suelo partirlos a la mitad en vertical; me parece que quedan más ricos )  y cocerlos a continuación. Puedes saltarte el paso anterior utilizando un bote de estas verduras ya cocidas y preparadas. En ese caso,  es conveniente darles un pequeño aclarado bajo el agua del grifo y escurrirlas bien, antes de continuar. Mientras tanto hay que cocer los huevos 

  Una vez que tenemos los fréjoles y los huevos ya cocidos y enfriados, procedemos al montaje. En una fuente o ensaladera ponemos en primer lugar los fréjoles (como era para comer en la oficina, utilicé directamente el tupper de cristal en que iba a llevarla), añadimos los huevos cocidos partidos en trozos, los tomates cherri, también partidos por la mitad y los espárragos. 

 A continuación hacemos el aliño. En un cuenco ponemos una cucharadita de mostaza, aceite, salpimentamos y emulsionamos. Una vez bien mezclado, lo incorporamos a la ensalada y revolvemos bien, dejando que los sabores se mezclen (En este caso o en el de las ensaladas de legumbres, resulta conveniente poner el aliño con anterioridad para que penetre. Si se tratara de una ensalada de lechuga, hay que llevarlo aparte y añadirlo en el momento que vayamos a comer) 

Notas: En lugar o además de los espárragos se podrían poner aceitunas negras; sustituir el huevo por bonito o  haber añadido zanahoria cocida.

 También estaría muy buena si nos limitásemos a acompañar los fréjoles cocidos con una salsa vinagreta.

  Una tercera opción es: fréjoles cocidos y fríos. Tomate partido en rodajas alrededor de ellos y aliñar todo ello con un buen chorro de aceite de oliva (que si está aromatizada con cítricos y pimienta le dará un toque aún mejor)

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