Descubrí la focaccia
en Cerdeña y me pareció exquisita en su sencillez. Después no creo haberla
vuelto a comer o no al menos en demasiadas ocasiones aún cuando tenía la receta
en el libro de masas de la thermomix.
Durante el
confinamiento y para dar uso a la
levadura que había comprado (unas porciones mayores de lo que me hubiera
gustado) se me ocurrió hacer focaccia.
Hay dos formas de hacerla: con
patata cocida o sin ella; yo elegí esta primera receta e hice la mitad de las
cantidades.
Ingredientes:
100 g de leche
100 g de agua
100 g de aceite de oliva
1 cucharadita de sal gorda marina
500 g de harina aproximadamente
Elaboración:
Poner los líquidos y
la sal en el vaso y programar un minuto a 40 º en velocidad 2
Añadir la levadura y la harina. Programar 20 segundos en
velocidad 6 y a continuación 2 minutos en velocidad espiga.
Sacar la masa del vaso con las manos mojadas en aceite
Pincelar un molde con abundante aceite.
Estirar la masa con las manos dejándola gruesa, como de un
centímetro
Presionar la masa con las manos. Pincelar generosamente con
aceite de oliva y seguir presionando con lso dedos para que penetre
Espolvorear con sal gorda por encima. Añadir los
ingredientes que se prefieran (yo puse tomatitos cherri, un poco de cebolla y
algunas hierbas)
Dejarla reposar 20 minutos aproximadamente para que doble el
volumen
Hornear de 25 a 30 minutos a 225º (el tiempo dependerá de cada horno)
Por supuesto que puede hacerse a mano. En estos casos lo que suele hacerse es hacer una especie de volcán con la harina y en el centro, poner los liquidos para luego poco a poco ir mezclando y amasando.
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