Garbanzos con espinacas

Sigo teniendo restricciones alimentarias así que de momento el cocido de garbanzos sigue siendo un plato vetado para mí. Pero como es necesario comer legumbres dos veces  a la semana, se impone buscar alternativas para comer los garbanzos. Hace unos días hice una ensalada que estaba francamente buena -no la traje al blog porque las fotos eran malas, incluso para mi standard habitual.

  Hoy he improvisado unos garbanzos con espinacas. Di un vistazo por internet buscando recetas, y basándome en ellas, he preparado el plato de la forma que os cuento.

Ingredientes:
Garbanzos (pueden ser de bote, ya cocidos)
Espinacas congeladas (por comodidad, sobre todo)
Cebolla
Ajo
Aceite
Sal/Pimienta
Tomate triturado.

Realización: 
 Empezamos por poner los garbanzos a remojo (si los usamos de bote, este paso y el de la cocción nos lo saltamos) durante la noche anterior. Al día siguiente, los ponemos a cocer con una cebolla, un diente de ajo y una ramita de perejil, añadiendo un poco de agua para que lo cubra. Yo los hice en la olla rápida así que en 8 minutos estaban; vosotros deberéis calcular el tiempo en función del
sistema de cocción que uséis -(olla normal o rápida)

Cuando estén cocidos, retiráis el perejil, cebolla y ajo y escurrís el agua de cocer. Lo dejáis aparte.

Al mismo tiempo que se cuecen los garbanzos, podéis hacer lo mismo con las espinacas. Yo suelo utilizarlas congeladas porque me resulta más cómodo. En este caso, aproveché unas que ya tenía cocidas. Podéis cocerlas en la olla rápida o simplemente poniendo agua a hervir a la que en el momento de romper la ebullición añadís un poco de sal. Cocéis durante unos minutos y luego escurrís. O incluso, como en el caso de los garbanzos, podéis utilizar espinacas de bote, ya cocidas. ¡Más fácil imposible!

   Picad en juliana una cebolla de tamaño medio o media, si es grande y haced lo mismo con un diente de ajo. Dejad que se poche a fuego lento; cuando ya se haya dorado, añadid el tomate triturado y dejad que todo junto vaya cociendo durante diez o quince minutos. ¡Qué no se os olvide salpimentar! (esto va sobre todo por mí)
   Para saber si el tomate ya está, el truco está en fijarse si "ha engordado". En ese caso ya solo queda el último paso, añadir los garbanzos y las espinacas, revolver todo bien y dejad que  de un hervor todo junto durante otros cinco minutos. Después de eso, podéis apagar el fuego. El calor residual hará que sigan cociendo y mezclándose los sabores.

  Si queréis convertirlo en plato único, podéis cocer uno o dos huevos y picarlos para espolvorearlos por encima. Bon appetit!


Comentarios