Va a acabarse la
temporada del tomate y aún no he publicado ninguna receta con él como
protagonista. Para remediarlo, os traigo esta mermelada de tomate.
Ingredientes:
1 kg. De tomates
pelados.
700/800 g. de azucar (la cantidad variará en función de
vuestros gustos)
Clavos de olor
Medio limón sin piel (ni blanco)
Elaboración :
Comenzaremos por pelar los tomates. Para ello les haremos un
pequeño corte en forma de cruz en la
base y los sumergiremos durante un minuto aproximadamente en agua hirviendo.
Los sacamos y los dejamos enfriar un poco. Cuando lo hayan hecho, podremos
pelarlos ya con total facilidad.
Con thermomix: ponemos los tomates en el
vaso –si son muy grandes, los partimos en dos o tres trozos- y añadimos los
clavos, el azúcar y el limón. Lo ponéis
tres segundos a velocidad cuatro o cinco para
triturar y luego programáis veinte minutos, velocidad 1, temperatura
Varoma. (Para evitar salpicaduras, lo mejor
es colocar el cestillo boca abajo sobre el bocal de la tapa.
Normalmente con ese tiempo y
temperatura la mermelada “engorda” suficiente. De no ser así, podéis programar
otros cinco o diez minutos.
Elaboración
sin thermomix. Si no tenéis la thermomix, mi consejo es que partáis los
tomates en trocitos más o menos pequeños y los pongáis en la tartera. Añadid el
azúcar, los clavos de olor y el zumo de
medio limón y dejadlo macerar durante media hora. (Si vais a tardar en hacerla, será mejor que
lo pongáis en un bol y lo guardéis en la nevera)
Pasado el tiempo de maceración, poned la mezcla a cocer, a fuego vivo
durante los diez primeros minutos y el
resto, a fuego medio-bajo. Calculo que
en unos treinta o cuarenta minutos esté hecha la mermelada.
Consejo: Esta mermelada está
buenísima con cualquier tipo de quesos pero también marida perfectamente con
atún, foie, solomillo o incluso
jamón. Con ella también podréis
preparar una vinagreta de tomate para
aliñár una ensalada o ¿por qué no un lomo de bacalao cocido?
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