La cuesta de enero

   Hace unas semanas  día escribían en un blog de nutrición sobre si era posible comer dos personas por once euros a la semana  y si esto suponía renunciar a la calidad en los alimentos o  a una dieta equilibrada. Hace algo más había leído otra experiencia similar en El comidista.  Tanto en un caso como en el otro, los “experimentos” habían sido debidos a la difícil situación económica de los protagonistas.
   Estos son algunos de los trucos que yo utilizo para ahorrar en los gastos de alimentación. No sé  si permitirán a dos personas comer por once euros a la semana  pero  desde luego nos ayudan a ahorrar en la cesta de la compra sin que   nuestra mesa se resienta. 
  • ·         Compra productos de temporada. No solo lo agradecerán tu economía y paladar sino que también ayudarás al medio ambiente.
  • ·         Evita los productos envasados y eligelos a granel o al corte. Por un lado, el coste del embalaje  se repercute en el precio ; por otro, al comprar los productos sin envasar puedes comprar la cantidad que realmente necesitas.
  • ·         Beneficiate de las ofertas. Cada vez son más frecuentes las ofertas del tipo   por la compra de un kilo de carne para guisar,   te regalan uno de muslos de pollo.  A veces son las pechugas  de pollo o el solomillo de cerdo los que están en oferta. Aunque no las vayas a comer ahora puedes congelarlas y las tendrás disponibles más adelante.
  • ·         Cuidado con las ofertas. No me estoy contradiciendo; puede parecer que llevando más cantidad de un producto te sale más barato.  (dos lechugas por un euro, en lugar de una, 0.65, por ejemplo) pero  si es más cantidad de lo que vas a utilizar, al final te va a resultar más caro. Lo mismo sucede con esos lleve tres y pague dos; solo te compensará si son productos que usas habitualmente  Una posible solución sería ponerte de acuerdo con alguien para hacer esa compra.
  • ·         Aprovecha los regalos. ¿Tu vecina te ha traido acelgas o berza? ¿Te han regalado Kiwis o naranjas?  ¿O calabaza? Seguro que hay alguna receta que te puede servir para sacarles partidos.
  •   Cocina. Mientras que llamas al telepizza y esperas a que te traigan la comida te ha dado tiempo a preparar un plato de pasta que seguro que estará más rico y será mucho más barato. La falta de tiempo o de habilidades solo son excusas: existen un montón de recetas sencillimas y que necesitan muy poco tiempo (aquí he publicado algunas).   

  •  Reaprovecha.  Nuestras madres y abuelas sabían de ello y el recetario tradicional está lleno de lo que yo llamo recetas de “aprovechamiento”; no otra cosa son las torrijas o los picatostes. ¿Qué no sabes que hacer con las sobras? No os preocupéis que en breve os daré algunas ideas. 

  •  Congela.  Lo  dije y lo vuelvo a repetir, el mejor amigo de la mujer trabajadora (y de cualquiera que compagine trabajo y tareas domésticas) es el congelador. Hay cosas que no admiten la congelación (huevo, pasta, arroz)  pero existen muchísimas otras que sí,  desde el caldo a los bizcochos o el perejil.

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