Hagase la luz

 Las fotografías de mis últimas experiencias culinarias han sido todo un desastre; parece como si en lugar de mejorar, empeorara aún más. Mientras sigo intentándolo, volvemos al rincón de la restauración y os enseño un par de lámparas que rescatamos de la basura.  

 La primera de ellas la transformé simplemente pintándola en color crudo y dándole luego una pátina con betún de judea; el toque final consistió en comprar unas pantallitas de pinza





Esta otra lámpara también la rescatamos de la basura. Tan solo necesitó una limpieza con lanilla de acero, un nuevo cableado y ¡Voi là!  No desmerece en absoluto de muchas de las lámparas que nos ofrecen en las tiendas de decoración
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Comentarios

  1. Me ah encantado la restauración yo tengo pensado hacer eso con las mías te pediré ayuda

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  2. Hola, Nely. ¡Qué sorpresa más agradable!
    Pues sí, resulta increible como con un poco (a veces algo más) de trabajo, algo que ya se desechaba cobra vida :)

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