Mermelada de pomelo: con clavo o a la menta

  Este mes de agosto me regalaron unos pomelos y como me pareció que iban a resultar un poco amargos para comer, decidí  usarlos para mermelada. Me basé en la receta de mermelada de limón que podéis ver aquí  aunque hice alguna pequeña modificación:
Mermelada de pomelo 

  En lugar de los 800 gr. de azúcar que indica la receta original, puse 600 gr. Tampoco incorporé toda la piel de pomelo. Por último, le añadí unos clavos de olor por sugerencia  (se puso pesadina con ello) de mi hermana. El resultado es una mermelada con un ligero punto de amargor pero rica.

    Visto que el “experimento” había salido bien, y que aún me quedaban algunos pomelos, volví a hacer mermelada y de nuevo introduje variantes en la receta.  Esta vez,  puse en primer lugar los pomelos bien pelados (sin la parte blanca) y las tiras de piel y añadí su peso en azucar. Además incorporé un puñado de hojas frescas de menta, bien picaditas.  El resto, como la mermelada de limón ya citada.


  Consejo: una forma sencilla de conseguir que  los botes queden herméticamente cerrados es la siguiente. Los llenáis completamente y una vez bien puesta la tapa y bien cerrada, les dais la vuelta y los dejáis boca abajo al menos veinte minutos (mejor si son varias horas) 

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