Las legumbres. Un básico de nuestra despensa

  Las humildes legumbres han visto como las iban arrinconando a medida que el snobismo gastronómico nos invadía. Merecen sin embargo un lugar destacado en nuestra dieta y también en nuestra despensa;  se trata de un alimento muy nutritivo,  que nos aporta proteínas, hidratos de carbono y fibra que además nos  permite elaborar menús económicos.
   Existe gran variedad de legumbres: garbanzos, soja, guisantes secos, lentejas, alubias (fabes, Estas últimas  las podemos encontrar de varios tipos: de la granja (alubia o haba de riñón) con la que  se hace la fabada y también las fabes con almejas; las verdinas, características de la zona de Llanes, se cocinan con marisco. También están las fabes pintas, que aportan hierro a nuestra dieta o las  canela (más suave que la anterior). Los chichos o negritos (unas alubias negras, que también son característicos de la cocina mejicana)
 Por supuesto que no hace falta tenerlas todas;  al fin y al cabo, nuestras cocinas tienen un espacio limitado.  Las que siempre están presentes en mi despensa son: lentejas, preferiblemente verdinas; fabes de la granja,  para  la fabada y las fabes con almejas; garbanzos, pedrosillanos, que me gustan más que los grandes; y fabes canela, que como dije más arriba.    
   Mi consejo es que en lugar de envasadas las compréis a granel en una frutería o  comercio de confianza (desconfiad si os ofrecen fabes de la granja a 5 €/kg. Probablemente sean de Perú en lugar de Pravia o Valdés)  No solo os asegurareis de comprar un producto de calidad, lo que a la hora de comer se va a notar, sino que además podéis comprar la cantidad que os interese.  -
   Habrá quien piense que las legumbres dan “poco juego” en la cocina o que solo son para el inviernos. Por el contrario, con ellas pueden hacerse desde tradicionales, e invernales guisos  como el cocido de garbanzos, la fabada o la olla podrida hasta  platos más veraniegos como una ensalada de alubias con bacalao (el empedrat)  u  otros  más exóticos como el  hummus  y el falafel.
TRUCO:    A veces nos encontramos con que queremos comer legumbres pero no las hemos puesto a a remojo. Para evitarlo podemos hacer los siguiente, ponerlas a remojo y luego congelarlas bien escurridas. Podéis utilizar una bolsa de congelación, ocupa menos espacio en el congelador que los recipientes herméticos.  

Comentarios

  1. Vaya... no sabía lo de las legumbres y el remojo. ¿ Y si las congelo como tú dices, luego solo tengo que cocinarlas y ya está? Porque a mí esto me podría facilitar mucho la vida :)

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  2. Pues sí,Cova es un truco que aprendí de una de mis tías y que he empleado alguna vez.
    La verdad es que está muy bien porque hay veces que te gustaría comer legumbres pero no puedes porque no las has puesto ha remojo :)

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  3. Hoy he hecho alubias y lo he puesto en práctica. Gracias :)

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  4. Cova, cuando las vayas a utilizar, no necesitas descongelarlas.

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