No cabe duda de que cada vez es más habitual recurrir a internet para buscar nuevas recetas o resolver cualquier duda que tengamos relacionadas con la cocina. Eso no significa que los libros de cocina hayan quedado desterrado –solo hay que darse un paseo por cualquier librería. Además, tratándose como es mi caso de una lectora compulsiva… que además cocina, no os resultará extraño que haya una sección dedicada precisamente a los libros de cocina.
Hace ya unos años, el verano previo a que mi sobrino se fuera “a piso”, al oirle quejarse de que los libros de cocina estaban pensados para gente que ya sabía hacerlo, decidí regalarle uno "básico.
Mi librera me recomendó que en lugar del que tenía pensado, y que según ella incurría en el mismo problema del que Enzo se quejaba, le llevara Cocina para hijos emancipados, de Carmeta Morán. Un libro que está basado en las recetas y consejos que la autora les daba a sus propios hijos cuando se quedaban solos en casa. (Aquí explica la autora como surgió la idea de la publicación)
Hace poco le preguntaba si el libro en cuestión le había resultado útil y me contestó que sí. Incluso ahora que es un cocinero consumado lo consulta de vez en cuando para comprobar tiempos de cocción o algún otro detalle. Así que ya sabéis, si sois o conocéis a algún hijo emancipado, puede ser una buena idea regalarle este libro.
Efectivamente, lo malo de los libros de receta para quien no tiene ni idea es que no empiezan por el principio: con cuánto aceite sofrío? Qué echo primero, la cebolla o la zanahoria? Cuándo está el pescado? Qué es una juliana?
ResponderEliminarSi bien últimamente no lo miro mucho, lo cierto es que me fue imprescindible el primer año de piso. Recomendado.