Las bodas de Camacho (El Quijote)

Como muchos sabrán el 23 de abril ,aniversario de la muerte de dos de los más grandes escritores William Shakespeare y Miguel de Cervantes, se celebra el día del libro. Siendo como soy lectora empedernida no puedo dejarlo pasar por alto aunque este sea un blog culinario - la relación entre literatura y comida ha sido continua a lo largo del tiempo-.
 
   Aquí dejo un pequeño fragmento del capítulo XX de la segunda parte, en el que se habla de la boda de Camacho y los amores de Basilio y Quiteria. Y un pequeño consejo: acercáos sin miedo al Quijote; descubriréis que se trata de un libro muy, muy divertido que merece la pena ser leído.

(...)Todo lo miraba Sancho Panza, y todo lo contemplaba, y de todo se aficionaba: primero le cautivaron y rindieron el deseo las ollas, de quién él tomara de bonísima gana un mediano puchero; luego le aficionaron la voluntad los zaques; y, últimamente, las frutas de sartén, si es que se podían llamar sartenes las tan orondas calderas; y así, sin poderlo sufrir ni ser en su mano hacer otra cosa, se llegó a uno de los solícitos cocineros, y, con corteses y hambrientas razones, le rogó le dejase mojar un mendrugo de pan en una de aquellas ollas. A lo que el cocinero respondió: Hermano, este día no es de aquellos sobre quien tiene juridición la hambre, merced al rico Camacho. Apeaos y mirad si hay por ahí un cucharón, y espumad una gallina o dos, y buen provecho os hagan.
–No veo ninguno –respondió Sancho.
–Esperad –dijo el cocinero–. ¡Pecador de mí, y qué melindroso y para poco debéis de ser!
Y, diciendo esto, asió de un caldero, y, encajándole en una de las medias tinajas, sacó en él tres gallinas y dos gansos, y dijo a Sancho:
–Comed, amigo, y desayunaos con esta espuma, en tanto que se llega la hora del yantar.
–No tengo en qué echarla –respondió Sancho.
–Pues llevaos –dijo el cocinero– la cuchara y todo, que la riqueza y el contento de Camacho todo lo suple.
En tanto, pues, que esto pasaba Sancho, estaba don Quijote mirando cómo, por una parte de la enramada, entraban hasta doce labradores sobre doce hermosísimas yeguas, con ricos y vistosos jaeces de campo y con muchos cascabeles en los petrales, y todos vestidos de regocijo y fiestas; los cuales, en concertado tropel, corrieron no una, sino muchas carreras por el prado, con regocijada algazara y grita, diciendo:
–¡Vivan Camacho y Quiteria: él tan rico como ella hermosa, y ella la más hermosa del mundo! (...)

Comentarios

  1. Que bueno Lammemoor, un párrafo precioso como tantos que tiene este inmenso libro.
    Un abrazo
    Teresa

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  2. He escrito algo y parece que se esfumó.
    Bonito pasaje, !tantos tiene este inmenso libro¡
    Lammemoor las frutas de sartén son dulces que se hacen por esta tierra y son fritos en aceite, como los rosquillos, las flores, los barquillos.
    Un abrazo
    Teresa

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  3. Teresa el libro es una auténtica gozada. Gracias por la explicación sobre lo que son las frutas de sartén :D

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